¿Pisamos terreno desconocido? Parece que sí, que nos encontramos ante una situación inédita: la Entidad Urbanística de Conservación y Compensación (EUCC) Parque de las Infantas canceló, con menos de 48 horas de antelación, la asamblea que había convocado para el 9 de febrero. ¿El motivo? El Ayuntamiento de Valdemorillo, su órgano tutor, ha rechazado avalar sus presupuestos por incluir gastos impropios —ya sabes, esos que desbordan las competencias legales de este tipo de entidades—, y ha pedido correcciones de calado antes de dar su visto bueno. Vamos, que la EUCC se ha topado con una negativa que, por lo visto, no esperaba.
¿Por qué los presupuestos no han pasado el filtro del ayuntamiento?
La comunicación enviada por el consistorio a la junta directora de la EUCC [puedes leerla al final del post] cuestiona dos aspectos clave de los presupuestos:
- Los gastos en personal auxiliar y ¿conserjería?: El Ayuntamiento ha detectado una posible discrepancia en una partida destinada a ‘Auxiliares Conservación Preventiva’, ya que existe otra partida específica para ‘Limpieza y Mantenimiento’. Ante esta duplicidad, el consistorio pide a la junta que aclare qué tareas adicionales realizan estos auxiliares y por qué no están incluidas en el contrato de la empresa de mantenimiento. Además, solicita que la entidad aporte los contratos de este personal, el convenio colectivo aplicable y un desglose detallado de las funciones que desempeñan. No vaya a ser que la junta esté intentando hacer pasar a los conserjes de toda la vida por esos nuevos y rutilantes ‘auxiliares de mantenimiento’ [que ya sabemos cómo acaban estas cosas: si no, que pregunten a Ampliación Cerro Alarcón por el accidente ocurrido en su depuradora, donde alguien que no debía estaba haciendo algo que no podía]. Si no se justifica que estas labores se ajustan estrictamente al mantenimiento y conservación de la urbanización, la partida deberá ser eliminada del presupuesto, dice el ayuntamiento.
- La remodelación de la piscina comunitaria: El segundo punto conflictivo es la partida de 120.000 € destinada a la ‘Reparación de la piscina’. Y hay que decir «»reparación»» con muchas comillas porque, según el informe de la aparejadora municipal [que también puedes leer al final del post], las obras propuestas van mucho más allá de un simple mantenimiento. En realidad, estamos hablando de una transformación total de la instalación: demolición y reconstrucción de la playa de la piscina, impermeabilización del vaso, instalación de nuevos sistemas hidráulicos y construcción de duchas, entre otras mejoras. Vamos, que se quiere vender como ‘mantenimiento’ la construcción de una piscina nueva desde cero. Como la actuación, así planteada, excede claramente las competencias legalmente atribuidas a la EUCC, el Ayuntamiento ha puesto pie en pared y ha instado a la junta directiva a eliminar la partida o, en su defecto, a sustituirla por una que se ajuste a sus atribuciones reales. Por si fuera poco, hablamos de una inversión que se pretende realizar en un escenario de inminente disolución de la entidad —en la presente legislatura, según el compromiso adquirido por el ayuntamiento para esta urbanización—, sobre una infraestructura de uso colectivo, aunque privado, y con problemas legales de titularidad. Aunque con una certeza: no puede pertenecer a una EUCC.
¿Y la reacción de la junta directiva? Tentarse las ropas
Ante estas observaciones tan alejadas de sus pretensiones, la junta de la EUCC ha optado por cancelar la asamblea y ha anunciado a los vecinos que elaborará un nuevo presupuesto ajustado a los criterios marcados por el Ayuntamiento. Un gesto que se puede calificar de ‘prudente’, sobre todo si se tiene en cuenta que la línea que separa la irregularidad de la prevaricación es tan fina como un hilo: basta con que el infractor sepa que lo que hace está mal hecho. Y en este caso, el aviso de irregularidad no viene de «ese grupito de vecinos pesados de siempre«, sino del propio órgano tutor. Algo que, sin duda, les ha hecho reflexionar… o al menos, actuar como si lo hubieran hecho.
Aunque probablemente no lo vaya a ser, este episodio debería servir como recordatorio definitivo de que las EUCC no son comunidades de propietarios al uso, sino entidades con un ámbito de actuación muy específico y, sobre todo, limitado. En este sentido, se agradece que el Ayuntamiento haya expresado su “compromiso de guiar a las EUCC en la correcta adecuación de sus presupuestos y en el cumplimiento de la normativa vigente, con el objetivo de evitar futuras impugnaciones y garantizar que los gastos se limiten exclusivamente a la conservación y mantenimiento de la urbanización”. Eso sí, le adelantamos que va a tener faena por delante, y mucha. Pero debe saber que el traje de órgano tutor responsable les sienta estupendamente, al menos a ojos de quienes vivimos en primera línea de irregularidad.
¡Gracias por leernos!
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