La capacidad de las entidades urbanísticas de Valdemorillo de rizar el rizo alcanza un nivel muy top en el caso de Parque de la Infantas. Porque con la compra de una casa en esa urbanización, los vecinos adquieren la impepinable adscripción a su EUCC y, de propina, la obligación de pertenecer y sostener la asociación/club social que gestiona las instalaciones deportivas que se cederán gratuitamente al ayuntamiento en algún momento. [De hecho, debían haber sido ya cedidas y recepcionadas al tiempo de ser creada la EUCC, pero qué te vamos a descubrir a estas alturas de las rarezas que pasan en la periferia de Valdemorillo… y de la ley].
Esta bicoca para el consistorio —que no tiene que mantener lo suyo— y para los vecinos que sí quieren y disfrutan de un club social, pero pagado con el dinero de todos, también de quienes no lo quieren, se ha conseguido convirtiendo a la EUCC Parque de las Infantas en socio único de dicha asociación. Pero, para lograrlo, se ha tenido que pasar por encima de más de una ley. Sirva de ejemplo la de asociaciones, que proclama que nadie puede ser obligado a integrarse en una asociación (artículo 2.3). ¿Nadie? Pues a los miembros de esta EUCC no les dan a elegir.
Esta manera de proceder tan típica de las entidades urbanísticas de nuestra localidad, saltándose a la torera la ley y los derechos de sus miembros —con la necesaria aquiescencia del Ayuntamiento, no lo olvidemos—, bien se podía llamar, en este caso concretísimo, el Infantazgo. Un régimen propio por el que esta junta rectora parece poder hacer y deshacer a su antojo, y así seguirá siendo hasta que el Ayuntamiento o los tribunales digan que hasta aquí hemos llegado. Y ya han de ser los tribunales porque el Ayuntamiento, ante las quejas de los vecinos en forma de reiterados recursos, ha enseñado su peor cara: la indiferencia.
Un vecino de la EUCC Parque de las Infantas describe así la situación:
“Parque Infantas es un caso llevado a la enésima potencia, llevan tres años acumulando tres recursos de alzada a los acuerdos de la Asamblea, así como numerosos escritos denunciando gastos impropios, sin ninguna contestación por el Ayuntamiento; uno de los Recursos se presentó al Juzgado y fue admitido a trámite.
En esta urbanización, aparte de tener servicio de conserjería, tiene la particularidad de tener una finca de 54000 m2 de uso público y de cesión obligatoria y gratuita al Ayuntamiento. Pero la titularidad pertenece a una Asociación Deportiva, por la que tuvo un uso privado hasta 2017. En 2017 surgieron los Estatutos de la EUC, donde se perpetró con nocturnidad y alevosía un acto administrativo nulo de pleno derecho, y poniendo como referente a Maquiavelo, “El fin justifica los medios”, los vecinos quedaron “secuestrados” para hacerse cargo del mantenimiento de dicha finca, instrumentalizando la EUC como socio UNICO de la Asociación. Se quedaron satisfechos, el Ayuntamiento se quitó cualquier responsabilidad y gasto en dicha finca, siendo además agraciado por un IBI de 4500 euros y, por otro lado, vecinos que querían tener su club, sus saraos y su piscina, pues les sale casi ‘free’, pues se lo pagan todos los propietarios a través de gastos impropios de la EUC, siendo un ataque frontal al derecho individual de cualquier vecino de querer estar asociado o no.
En 2022, determinados vecinos, incluyendo la Antigua Junta Gestora, se dan cuenta de la nulidad de este acto y se insiste tanto a la actual Junta Directiva como al Ayuntamiento de poner la titularidad y la responsabilidad en esta finca en un marco legal, proponiendo crear una Asociación formada por socios legítimos, es decir, personas físicas que libremente decidan ser socios. y que podrían llegar a concursar a la explotación de la finca a través de una concesión administrativa, como así consta el Planeamiento Urbanístico de la finca.
La Junta Gestora, antigua Junta Directiva de la Asociación, les da miedo perder su ‘Reino de Taifas’, y más allá de solucionar el problema, inmerso más en un proceso judicial, propone una derrama de casi el presupuesto anual de la EUC para arreglar el estado ruinoso que se encuentra tanto el Club como la Piscina, nada más y nada menos que 210.000 euros, siendo una primera inversión de lo que denominan “Hoja de Ruta” o declaración de intenciones de un gasto sin medida, en una finca que tarde o temprano será del Ayuntamiento
Y para ser fieles con la autocracia creada en esta EUC, el colmo del descaro, lo saca a votación por mayoría cualificada, y tras no conseguir sus fines, dos meses después, lo proponen por mayoría simple, justificándolo porque ahora lo consideran como un gasto ordinario de mantenimiento y conservación, cual cambio de bombilla en una luminaria, o arreglo de un bache del pavimento, ¡creerlo para no verlo!.
Menos mal a nuestro fiel tutelaje, el Excmo Ayuntamiento de Valdemorillo, que sigue acumulando denuncias y escritos en su registro, poniéndose como siempre de perfil, o siendo perversos, ¿su silencio pudiera estar intencionado? Sin disolver la EUC, siguen sin asumir el mantenimiento de la urbanización y menudo regalazo podrían hacerle los vecinos con la finca y sus instalaciones.
¡Gracias por leernos!
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