barrio cerro alarcón

Experiencias y reflexiones sobre vivir en una entidad urbanística que no debería serlo


¿Adiós a los gastos impropios y al apagón informativo de Cerro 2? 

El consistorio resuelve dos recursos a favor de vecinos de la entidad 

De una tacada, el ayuntamiento de Valdemorillo ha estimado dos recursos planteados contra la entidad urbanística colaboradora de conservación Ampliación Cerro Alarcón por gastos impropios —que persisten pese a la resolución del pasado ejercicio— y por el incumplimiento sistemático del deber de informar de su junta rectora. Ambas resoluciones, cómo no, se pueden apelar.  

¿Qué es lo que dice el ayuntamiento en esta oportunidad sobre los gastos impropios? 

  • Estima el recurso y declara nulos los gastos de conserjería y cualquier otro que exceda la obligación de cualquier EUCC de conservar las obras de urbanización. 
  • Insta a la entidad a aprobar en una nueva asamblea exclusivamente partidas de gastos que se correspondan con sus competencias. 
  • Y requiere que se elimine de las futuras convocatorias la advertencia de que no podrán votar en la asamblea los vecinos que no estén al corriente de pago —lo que se venía haciendo al amparo de la Ley de Propiedad Horizontal, pese a que no aplica para las entidades urbanísticas salvo que lo especifiquen sus estatutos—, e indique que podrán votar todos los vecinos, sin excepción.  

¿Y sobre el apagón informativo? 

  • Estima igualmente el recurso y declara que ser miembro de la entidad es condición suficiente para poder solicitar y obtener información sin que se puede limitar ni sujetar el acceso a la misma a consideraciones tales como si existe o no un interés legítimo.   
  • Insta a la EUCC a publicar de forma pertinente y efectiva los acuerdos adoptados por los distintos órganos de la entidad y, en general, cualquier asunto relevante. 
  • Dice asimismo que se deberá incluir en el orden del día de las asambleas los puntos que propongan los miembros de la entidad o justificar de forma motivada y suficiente la denegación. 

Y llegados a este punto, nos preguntamos, ¿cuántas veces tiene el mismo consistorio que declarar nulas algunas partidas presupuestarias de la misma entidad urbanística para que esa nulidad surta efecto? Ya vamos por la segunda vez consecutiva que el Ayuntamiento de Valdemorillo lo hace, y esta situación, si no se revierte, tiene visos de convertirse en nuestro particular Día de la Marmota. 

También nos preguntamos qué hará ante esta segunda resolución la junta rectora de la EUCC Ampliación Cerro Alarcón. ¿Acatar y corregir o enrocarse y recurrir? El pasado ejercicio, cuando el ayuntamiento —el órgano tutor— requirió a la entidad para que elaborara un nuevo presupuesto sin gastos impropios y convocara una nueva asamblea para aprobarlo, la junta dimitió casi en bloque, adoptó unas medidas aleatorias —como cerrar la pista de pádel después de permitir que se vandalizara— y recurrió la resolución el último día del plazo de tres meses que tenía para hacerlo.  

Con esta práctica dilatoria —puedes llamarla artimaña— la junta consiguió hacer caso omiso del mandato del ayuntamiento del que depende: ganó el tiempo que necesitaba para convocar una asamblea extraordinaria en la que sustituyó a los miembros dimitidos — aunque la mayoría resultaron ser, curiosamente, repetidores—, y una ordinara en la que aprobó un presupuesto que volvía a contener gastos impropios, como prueba la nueva resolución del ayuntamiento. Y, desde el minuto uno, no se ahorró el placer de señalar con inquina a quienes habíamos presentado el recurso de alzada.  

Veamos qué hacen en esta oportunidad. Vaya por delante que defendemos el derecho de la junta a recurrir y defender su posición por la vía administrativa y/o judicial —¡solo faltaba! —, aunque ojalá que lo haga con prácticas menos torticeras —es una expresión judicial, conste— y dañinas para los intereses de los miembros de la entidad. 

La derivada más delicada del asunto de los gastos impropios es, de lejos, la de los empleados. A este respecto, dicen algunos miembros de la junta que nuestra intención es despedirlos, posiblemente en un intento de desviar la atención de la responsabilidad de quienes aprobaron la contratación indebida de personal de fincas urbanas —conserjes— y solo personal de fincas urbanas —carecemos de empleados de otro tipo— para mantener y conservar una entidad urbanística, a pesar de que no lo permite su convenio colectivo.  

Que sepas que la junta sabía lo impropio que es, como se puede leer, entre otras, en el acta de la junta de rectora de diciembre de 2021: «Se comenta la situación de que el personal podría no estar obligado a realizar trabajos de mantenimiento al ser empleados de fincas urbanas y se propone firmar un documento por el que los trabajadores reconozcan esos trabajos que vienen realizando a cambio de un plus económico«. ¡Como si fuera tan fácil burlar un convenio! El suyo dice específicamente que queda excluido “el personal dedicado a la vigilancia, conservación y limpieza de una finca urbana ocupada totalmente por una entidad«. (art. 3) 

Choca también que su contratación, por lo que sabemos, sea indefinida para una entidad llamada a extinguirse cuando acaben sus fines, lo que, por cierto, ya ha pasado hace tiempo. ¿Acaso quienes los contrataron albergaban la secreta esperanza de que la entidad perviviera por siempre jamás? Aunque desapareciéramos del mapa quienes promovemos los recursos, esta EUCC se disolverá igualmente. Y probablemente a no mucho tardar. Así que, cuando antes pensemos en las posibles alternativas para nuestro personal, mejor para todos. Especialmente para ellos. ¿Te parece descabellado que, por ejemplo, sean contratados por una futura asociación de vecinos y/o por el propio ayuntamiento, que deberá prestar los servicios que hace ahora la entidad en su nombre? A nosotros, no.  

Exploremos esas y otras vías, pero no nos quedemos de brazos cruzados, aferrados a una EUCC que tiene los días contados. La política del avestruz, este no hacer frente a lo que está por venir, no suele aportar nada de provecho. 



9 respuestas a “¿Adiós a los gastos impropios y al apagón informativo de Cerro 2? ”

  1. Bien por haber sabido entender lo que es una EUCC. Bien por haber s

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  2. Bien por haber sabido entender lo que es una EUCC. Bien por el Ayuntamiento que se ratifica en que las EUCC no pueden meter en su presupuesto nada que no sea conservación y mantenimiento. Bien por el Ayuntamiento que obliga a celebrar una asamblea para aprobar un presupuesto sin gastos impropios.

    Bien por los vecinos que han sabido defender sus derechos y han sabido soportar las presiones de aquellos que pretenden tener servicios con el dinero de los demás.

    Si yo perteneciera a una Junta a la que el Ayuntamiento tirara de las orejas de esta forma, me faltaría tiempo para pedir perdón, dimitir y marcharme a casa.

    En cualquier caso, sigo sin entender la razón que permite al Ayuntamiento no disolver las EUCCs ya mismo.

    Enhorabuena a los vecinos de Ampliación Cerro Alarcon.

    Esto no quita que, aquellos que deseen tener, disponer, disfrutar de cualquier servicio, club social o cualquier otra actividad social no puedan hacerlo, solo tienen que apuntarse en la asociación voluntaria que consideren oportuno.

    Pasadlo bbien. Andrés

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    1. Gracias, Andrés, por tu comentario. Ahora queda lo más complicado, que se haga cumplir lo resuelto, porque la razón ya nos la han dado antes. Esperemos que a la segunda vaya la vencida

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  3. Yo diria más, si una Junta estuviera compuesta por gente que estimara a sus vecinos, su objetivo principal seria negociar con el Ayuntamiento la disolucion de la EUC, para que asumiera su responsabilidad en el mantenimiento al igual que hace con los vecinos en el casco urbano. Nos ahorrarian mucho dinero, y nos pobdrian en igualdad de condiciones que al resto de vecinos.

    Y por otra parte, proponer para aquellos servicios que fueran de interes general y que no son propios de una EUC, proponer la creacion de asociacion vecinal para esos fines, como bien dice Andres.

    Lamentablemente no tenemos ese tipo de gente en las Juntas Rectoras, porque siempre tratan de «someter» a los vecinos al pago de unos servicios que son propios de urbanizaciones privadas, gozando del contentimiento del Ayto, aunque es cierto, que parece que las cosas van cambiando, pero muy lentamente, y se necesita que el equipo de gobierno en el Ayto sea mucho mas contundente y ágil en este proceso.

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  4. Así es. No se entiende que las juntas no exijan al ayuntamiento las disolución de nuestras caducas EUCCs. Debería ser un imperativo moral. Gracias por tu comentario

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  5. Cuando se oculta información, generalmente se está intentando evitar que salgan a la luz hechos que podrían resultar cuestionables o generar desconfianza. Esto puede incluir prácticas de gestión dudosas, conflictos de interés no declarados, asignaciones de fondos a fines no contemplados o prioritarios, o decisiones tomadas sin el debido consenso. La falta de transparencia puede ser una señal de que se están priorizando intereses particulares por encima del bien común, que existen gastos injustificados o que se han producido errores que no se desean reconocer.

    Que el actual presidente, sin elección ni ratificación clara por parte de la comunidad, haya sido el administrador durante mas de 25 años, sugiere una continuidad en las estructuras de poder y en las prácticas opacas. Esta transición entre roles, sin un proceso abierto o un mandato avalado por los vecinos, refuerza la idea de que la gestión puede seguir respondiendo a intereses particulares en lugar de priorizar el bien común y la debida rendición de cuentas.

    Sin legitimidad ni transparencia, lo que hoy se presenta como presidencia no es más que un fraude contra la voluntad de todos los vecinos.

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    1. Efectivamente, la falta de transparencia desata todas las alarmas. Porque, incluso obviando el imperativo legal del deber de informar, quien nada tiene que ocultar muestra la información que se le solicita y la aporta de oficio.
      La situación de roles en la entidad es tal y como describes, aunque te olvidas de que el que se supone que es el actual presidente, no ha abandonado la empresa de administración que gestiona y asesora la EUCC. Es su apoderado. Ha sido el administrador durante más de 25 años y, aunque desde fechas recientes comparta la empresa con una concejala (¡vivan los cambalaches!), lo sigue siendo en mayor o menor medida.
      El aroma a conflicto de intereses es más que perceptible (y se mezcla con el olor a 250 cabras amontonadas de muy mala manera en una finca urbana en el mismísimo corazón de la urbanización)

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  6. Aquí la trama tiene de todo: un administrador que se autoproclama presidente, mantiene su apoderamiento en la empresa que gestiona la urbanización y mueve los hilos de una junta que parece diseñada para reforzar el círculo cerrado.

    Entre tanto, las cabras, hacinadas como símbolo de este desorden, llegan con garrapatas que, al menos, no intentan esconder su papel parasitario.

    La ironía es clara: mientras las garrapatas hacen su trabajo a plena vista, la junta y su presidente-administrador parecen empeñados en mantener todo lo demás en la sombra.

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    1. Ojalá esa trama fuera la de una novela (que bien podría llamarse «Las cabras de la urbanización de las sombras»), pero tristemente es la realidad con regusto de otra época que nos toca vivir a los vecinos de una urbanización de Valdemorillo, a poco mas de media hora de la capital y a las puertas de 2025.

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