La (anunciadísima) recepción de las urbanizaciones de Valdemorillo podría hacerlo posible
Con las ampollas que está levantando la propuesta del ayuntamiento de que cada urbanización firme un convenio propio para renovar sus redes de agua, ¿te imaginas si todos los vecinos del municipio, sin excepción, pudiéramos estar bajo el mismo convenio, el suscrito en 2014 entre Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Valdemorillo y Canal de Isabel II, y en las mismas condiciones? Como la que permite a los vecinos del casco y Ampliación Cerro Alarcón financiar en 50 años la renovación de sus redes mediante una cuota suplementaria asociada a su consumo de agua.
En nuestra opinión, merece la pena explorar esta posibilidad, por remota o difícil que pueda parecer, porque no es descabellada y tendría premio: que a todos nos ampare el mismo paraguas normativo, como ocurre con otros suministros básicos —la luz es un ejemplo—, sin (más) tratos de favor ni discriminatorios.
Y creemos que es posible porque el convenio dice que “será aplicable a las redes de distribución de agua de consumo humano, recibidas definitiva e incondicionalmente por el Ayuntamiento y situadas en suelo urbano, incluyendo las de las urbanizaciones” [estipulación segunda del Capítulo I].
Blanco y en botella, leche. Si la condición es esa, que las redes de agua estén recepcionadas, y el actual equipo de gobierno se ha comprometido de forma explícita y reiterada a recepcionar todas las urbanizaciones del municipio en un breve plazo de tiempo, ¿por qué entonces ese empeño en imponer un modelo de 14 urbanizaciones y 14 convenios? ¿O es que el propósito de recepcionar no es tan firme como nos dicen?
Planteado de otra manera, ¿por qué el ayuntamiento no se apresura para recepcionar todas las urbanizaciones con el fin de incluirlas en pie de igualdad en el convenio marco de 2014, que permite añadir nuevas urbanizaciones mediante adendas? Ojo, hablamos de recepcionar oficialmente, porque de manera tácita ya sabemos que todas las urbanizaciones de Valdemorillo están recepcionadas desde el mismo momento en que el ayuntamiento empezó a cobrar tasas e impuestos y a recoger los residuos a sus vecinos.
En esta oportunidad, además, la manoseada excusa de la falta de dinero para no hacer las cosas que se deben hacer no es de recibo, porque ya sabemos que, en cualquier de las versiones —un solo convenio o catorce distintos—, la financiación de la renovación de las redes de agua corre a cargo del Canal, que ya se ocupa de cobrarlo luego a los usuarios del servicio.
Y siguiendo con cosas que no entendemos, ¿por qué el convenio marco de 2014 incluye a la urbanización Parque de las Infantas? Nos extraña y mucho. Porque si la condición para que las urbanizaciones formen parte del convenio es que al menos sus redes de distribución de agua estén oficialmente recepcionadas, ¿por qué está incluida Parque de las Infantas? ¿Acaso esa urbanización o sus redes estaban en 2014 “recibidas definitiva e incondicionalmente por el Ayuntamiento”, como exige el convenio y es el caso de Ampliación Cerro Alarcón?
Sería bueno aclarar este extremo para no dar pie a que algún vecino malpensado pueda relacionar la inclusión de una urbanización no recepcionada —solo una, solo esa— al hecho de que en Parque de las Infantas viva la alcaldesa de entonces, la que negoció y firmó el convenio en nombre de los vecinos de Valdemorillo. De todos.
Como curiosidad, igual te interesa saber que, a diferencia de casco y Cerro 2, esa urbanización está exenta del pago de la cuota suplementaria “por estar adecuada la red a norma”. ¡Esa suerte que tienen!
Y hasta aquí lo de hoy. Rogamos a quienes corresponda que estudien el asunto para dar sentido al punto del convenio que dice que se firma para “dotar de una mayor coherencia e igualdad al conjunto de convenios”.
Pues que así sea. Porque nos gusta mucho que los principios de igualdad y coherencia presidan el quehacer de nuestros gobernantes.
¡Gracias por leernos!
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